20071222

Cambios, cambios, cambios…

Hace una eternidad que no paso por aquí, y es que han sucedido un par de cosas.

Decía Coelho que cuando deseas algo el mundo conspira para que se haga realidad. No sé si es verdad en todos los casos, en el mio sí . Hace más de un año yo quería un cambio. Pues sucedió. Mi año cero, fué perfecto.

Lo primero, dejé el trabajo. Lo segundo, conocí a F. Lo tercero, me vine e vivir a Italia. Y aquí sigo.

Vayamos por partes. El trabajo. Estaba harta. Llegué a la conclusión de que no me apetecía vivir todo el día corriendo, bajo la lupa de una gente que me comparaba contantemente con mi padre. Seguramente no es lo que se esperaba de mí, pero... A veces hay que tomar decisiones, y sinceramente creo que esta es una de las mejores que he tomado en mi vida.

Paralelamente al hecho de dejar el trabajo conocí a F. Fué todo como muy fácil, aunque la verdad es que visto en frío no lo era para nada. Es de aquellas situaciones en las que todo va bien, como si ya lo hubieras hecho antes, como si todo fuera de lo más normal. Lo más divertido del caso es que dejé el curro por que no aguantaba más a los italianos y me enamoré de uno de ellos. Ya lo decía aquel, si no puedes con tu enemigo, unete a él. Me entiende, me quiere, me cuida y me proteje.

Ese es el cambio más grande, el hecho de dejar, por primera vez en mucho tiempo, que alguien sepa realmente como soy por dentro. Y dejar, esta vez sí por primera vez, que alguien me cuide de verdad.

El tercer cambio, geográfico, es consecuencia del segundo. He cambiado una gran ciudad por un pueblecito a la orilla de un lago. Y me gusta.

Hay más cambios, pero os los explico otro rato...